sábado, 18 de julio de 2009

DIALOGANDO CON EL ALMA



Llego una tarde cuando el sol caía
Había en su rostro tanta aflicción
Que al verla así solo quise mimarla
Y llenar con caricias su corazón

Sus ojos tristes mostraban huellas
Y perdidas lágrimas aun reflejaban
Las sombras donde el horizonte...
No abría las puertas a su dolor

Con las manos frías entre las mías
Pidió enternecida como leal amiga
Un consejo sabio de una esperanza
Para no morir de pena en su desolación

Oyó en silencio la ilusión con que mi voz
Traía hacia ella un rayo de sol…
Pensad mi querida alma que hay un cielo
Aguardando tú vuelo con ese eterno amor

Eduardo Nieto Mújica

“Nadie debe cerrar la esperanza del corazón
Porque siempre existirá el verdadero camino
Donde el alma lleve el amor a su real destino.”


Eduardo Nieto Mújica
oleo de Pino Daeni