Es de madrugada y estoy regresando a mi casa, el barrio en silencio deja escuchar los ladridos de perros a lo lejos. Las sombras de los árboles, dejan las luces tenues y se ven fantasmas jugando con el viento, las veredas vacías muestran la soledad de la noche, y un gato en el tejado hace de vigía ronroneando en busca de amor.
Al entrar escucho una suave melodía, de una radio que muy bajito me recibe dándome la bienvenida. Mi habitación me esta esperando en el mismo orden en que la deje, bajo las persianas que da al fondo de la casa y observo el patio cubierto de malvones y baldosas rojas durmiendo bajo parras y glicinas.
Recordando... mi mente rescata un pasado y lo trae al presente donde ahí en ese lugar mateaban mis queridos viejos llenando el aire también con sus recuerdos, me quedo mirando y los veo como si fuera una realidad ese momento, detenido en mis adentros un pensamiento escala mi mente y me dice donde están? , donde se han ido esos días de algarabía y el olor a jazmines que de niño sentía.
Al acostarme veo las fotos de un pasado feliz, donde mis hijos pequeños están con la inocencia atrapada en el tiempo. Que estarán haciendo como serán sus días ahora que ya se fueron?.
También veo la foto de mis padres, ¡QUE HERMOSO FUE TENERLOS!, les arrojo un beso y tocándome el corazón le digo: ¡¡LOS AMO!!
Enfrente mío tengo una biblioteca de libros que esperan ser leídos, al lado un espejo refleja la luz de mi velador y en el me parece ver la imagen de un gladiador que lucha sin bajar los brazos, ¡lo veo agotado, cansado! pero ilusionado aun lleno de esperanzas
Porque sigue luchando sin desmayar?
Apago la luz, y los pensamientos vienen y van como un viento que se arremolina en un torbellino que sube y baja por las distintas etapas de mi vida.
El silencio compañero del momento va creando la atmósfera que necesito para recorrer las distancias hacia el pasado y en un instante aceptando la invitación, mi mente se eleva de mi cuerpo y entra en el laberinto del espacio infinito, buscando la ansiada época de mi niñez.
“Ahí donde reina la inocencia y la alegría de no saber.”
Desde ese lugar empiezo a recordar parte de una historia, llena de ilusiones, alegrías, tristezas, triunfos derrotas, dolor, felicidad, amor y Esperanzas encontrando los aciertos y errores que he cometido y los distintos caminos que he seguido buscando siempre con Fe la puerta que me lleve a mi real destino.
De repente un sentimiento sin pedir permiso se filtra y mi corazón deja paso a una nostalgia que en brazos de otro recuerdo se va acunando en mi alma, pero eso ya es otra historia.Continuara….?
Eduardo N. Mùjica