jueves, 5 de noviembre de 2009

A UN AMIGO Y A UN PADRE...





DON OSCAR JESUS DELALOYE

Hombre intachable y de buen corazón
Que querías irte de la mano de Dios
Y en el afán de aferrarte a esta vida
Tus hijos lucharon sin comprender
Que la voluntad divina había abierto
Sus puertas hacia un camino lleno de luz.

Tu misión fue noble, integra y honrada
Trabajaste arrancando el sudor de tu cuerpo
Educando a tus 6 hijos con todo tu esfuerzo
Que bajo la seriedad de tu cara disimulabas
Un amor que llenaba de orgullo tu corazón

Hoy sin consuelo….
Todos te hemos llorado porque de tanto
Ser bueno vimos que tu alma en el cielo
Es otra estrella que nos esta iluminando

Yo te conocí en tu casa
Bajo la sombra que la parra
Compartiendo tus vivencias
Entre mates, biscochos y carne asada

Hoy quiero despedirte
Como a un padre y como a un amigo
Porque soy otro hijo que en tu vida ha llegado
Para llevar de la mano un fruto de tu sangre

He de pedirle a Dios su bendición
Para que su luz ilumine el descanso
Eterno de tu alma

Hasta siempre amigo y Papá Oscar

5/11/2009

Eduardo Nieto Mújica

sábado, 18 de julio de 2009

DIALOGANDO CON EL ALMA



Llego una tarde cuando el sol caía
Había en su rostro tanta aflicción
Que al verla así solo quise mimarla
Y llenar con caricias su corazón

Sus ojos tristes mostraban huellas
Y perdidas lágrimas aun reflejaban
Las sombras donde el horizonte...
No abría las puertas a su dolor

Con las manos frías entre las mías
Pidió enternecida como leal amiga
Un consejo sabio de una esperanza
Para no morir de pena en su desolación

Oyó en silencio la ilusión con que mi voz
Traía hacia ella un rayo de sol…
Pensad mi querida alma que hay un cielo
Aguardando tú vuelo con ese eterno amor

Eduardo Nieto Mújica

“Nadie debe cerrar la esperanza del corazón
Porque siempre existirá el verdadero camino
Donde el alma lleve el amor a su real destino.”


Eduardo Nieto Mújica
oleo de Pino Daeni

lunes, 5 de enero de 2009

CARTA A LOS REYES MAGOS



Queridos Reyes Magos

Así como fueron mi ilusión de niño
Hoy volveré a pedirles en una carta
mi mas ansiado deseo

Que nunca olvide de cantar al amor
Y de agradecerle siempre a Dios
El dejarme ver la luz de mi estrella

Porque ella es la que ilumino mi vida
Dándome calor y brillo en el corazón
Y aunque no pueda alcanzarla nunca

Son mis ojos los dichosos de verla
Y hablarle en mi silencio sabiendo
Que en ese cielo mi voz la acaricia

Y así como ustedes los guío una estrella
Dejen que mi alma siga también el camino
Con la misma alegría de ir a su encuentro

Eduardo Nieto Mùjica

martes, 9 de diciembre de 2008

A MI HIJA ROMINA



Llegaste casi a la media noche
Un veintiuno de noviembre
Alumbrando como una estrellita
El amor que estaba en mi corazón

Eras esa luz del cielo que Dios
Premiando mi vida en mi manos
Tu cuerpito dejaba como una flor

Eras mi sueño hecho realidad
Otra vez mis manos acariciaban
Un jazmín que llegaba a mi vida
Para aromatizar mi sentir

Recuerdo cuando eras un bebe
Y en mis brazos te cantaba
Una canción de cuna...
Donde tus ojitos se cerraban

Y fuiste creciendo y vi como esa
Bebita, en nena te ibas convirtiendo
Hubiera querido detener esos días
Porque muy rápido crecías

El tiempo pasaba y otra vez me ganaba
Ahora ya eras toda una señorita
Que soñaba con la magia de los duendes
Y el encanto de las hadas.

Y llego quien seria también para mí
Otro hijo, el hombre que Dios puso
En tu camino para que en su vida
Te lleve como la estrella de su destino

Hoy que estás construyendo tu nido
El tiempo otra vez me esta ganando
Tu estancia en mi casa se va terminando
Porque esta vez en brazos te va llevando

Pero al cielo y al tiempo les doy las gracias
Porque han dejado que tú sembraras mi vida
Con ese amor que llevo y llevare en mi alma

ROMINA

En estos versos sencillos te dejo reflejado mi amor
Para que siempre tu recuerdes que aun sin verme
Yo seguiré presente en el latido de tu corazón

TE AMA PAPA

miércoles, 19 de noviembre de 2008

DOS PALABRAS



Desde niño pronunciaba
Dos palabras sin cesar
Crecí sin llegar a pensar
Que no las podría ya decir

Hoy que tarde he aprendido
A profundizarlas y valorar
Se ahogan en mi pecho herido
Esas dos palabras sin pronunciar

OH Señor fuente de amor
Que al hacer tu voluntad
Me sumergiste en el dolor
De llorarlas en soledad

Tan solamente te pido
Que al venir a buscar
No tenga penas ni olvidos
para volverlas a expresar

Sentirme de nuevo niño
Cuando con el corazòn los llamaba
a esos padres tan mios
que fueron y seran siempre
"PAPA Y MAMA"

Eduardo Nieto Mújica

domingo, 26 de octubre de 2008

UN RECUERDO PARA MIS QUERIDOS HIJOS



Íbamos al parque a jugar, mis hijos eran chicos con ganas de correr y saltar
el sol era nuestro aliado, jugábamos sin cesar y no me daba cuenta que ¡ellos crecían cada vez más!


Las tardes grises de invierno el ludo, las damas o las escondidas y las canciones de moda eran nuestro pasar.


A la noche contábamos cuentos e historias de brujas, lobos, princesas y cenicientas, y hasta el mismo drácula que en su castillo aventurábamos a entrar.


Los domingos eran nuestras revanchas jugábamos en el parque un partido sin igual, los veranos en la pileta, primero con tobogán y después buceo al estilo de papá una piedra en el fondo para buscar.


Al mar íbamos todo el mes de febrero a pescar corvinas, pejerreyes y otros más éramos los pescadores, del tiburón enorme, que jamás pudimos sacar.


Con bicicletas en hilera, nos íbamos a pasear, la nena más chiquita en un asiento con papá, después otras dos hijas hermosas integraron este grupo que jugaban sin cesar en el parque o en el mar.


Los días pasaron, los años también pero el recuerdo de mis hijos siendo niños quedo grabado en mi corazòn.

Que tiempos aquellos, cuando salían, agarrados todos de la manos y nos íbamos contentos a pasear, ¡Vamos a la calesita! quiero sacar la sortija ¡Dale pà, dale!...que ya empezó.


Las melodías llamaban...hacia ella corrían los veía como felices y entusiasmos se divertían


Días hermosos como ese trencito, que tocaba el silbato llamando a los chicos, hoy sus vías están dormidas y esos gritos en ese verde, son cicatrices perdidas en el tiempo.


¿Quizás mis hijos?, al ver ese parque recuerden a su papá que jugando con ellos era un niño más y cuando con sus hijos se pongan a jugar entenderán que grande ha sido mi felicidad.


Porque la inocencia riendo les dirá, como a mi “dale papá” quiero jugar ¡Entonces serán uno más!



Mis nietos se quedan asombrados, cuando su abuelo les cuenta, como jugaba en las hamacas o el tobogan, y a las escondidas en el hueco de un òmbu.

Si la vida me ha premiado y ese amor lo llevo guardado, porque haberlos tenido a mi lado, es la bendición que Dios me ha dado.


Y si hay algo que faltaba para llenar aun mas los recuerdos, hubo un invierno que Dios pinto el parque de blanco como regalo del cielo.


¡Queridos Hijos!, en palabras sencillas, con la nostalgia de esos años, les he pintado un momento, de un reflejo que llevo como un tesoro guardado adentro de mi alma.

Y si algún día, los recuerdos los invaden, recuerden que su padre, papá o su viejo, como quieran bautizarme, fue ese hombre que tuvo errores porque humano siempre ha sido.


Pero también ha tenido aciertos, porque en el amor hacia ustedes, esta mi sangre, que en un latido va cuidándoles el corazón, como cuando eran niños.-
¡ Los amo !
Papá

Eduardo J. Nieto Mújica

jueves, 23 de octubre de 2008

NOSTALGIAS





Soy del tiempo de los zaguanes, esos pasillos que vinculaban dos o tres hogares de gente trabajadora.
Donde en ellos se vivían los romances, que aromatizados por los malvones en flor, era la cuna donde los sueños, se perdían en la melodías de un suspiro.
Del tiempo en que por la calle pasaba el mimbrero vendiendo sillas y el lechero que con sus tarros llamaba de puerta en puerta.
De los mercados de Abasto y Spinetto donde los inmigrantes de países europeos trabajando de sol a sol, descargaban cajones de frutas y verduras.
De esos bailes donde las minas eran las pinturas del mejor cuadro de Dalí, donde el misterio y la elegancia compartían la sonrisa con el brillo del carmín.
Del tiempo en que vivía Chichilo un pizzero que vendía sobre un caballete sus porciones de pizza cancha.
De los viajes en Mateo que contratábamos con los muchachos para ir cantando en carnaval.
De esos picados de barrio que jugábamos al fútbol con la ilusión de encarnar en nuestras piernas a los jugadores que jugaban en primera división.
De ese tiempo que tomado de la mano de mi primera novia, caminaba por las calles hablándole de amor.
Del tiempo en que mis viejos vivían y soñaban que en la vida yo tuviera lo mejor con la honestidad que todo hombre tiene que tener.
Que épocas, que recuerdos llenos de nostalgia acarician mi alma en este atardecer.

Eduardo Nieto Mùjica