jueves, 9 de octubre de 2008

MI PRIMER AMOR ( historias de un ayer)

Un carnaval allá lejos en el tiempo, se va acercando a mis oídos, con resonar de tapas de cacerolas, pitos y matracas vienen bailando sin cesar, es la murga de los pibes del barrio de Montserrat.

Un cartel se viene tambaleando donde escrito lleva *LOCOS SUELTOS SIN ATAR*, entre ellos vengo haciendo piruetas en un desenfrenado bailar.

Pintado con corcho y lápiz labial de mi vieja, soy uno mas, vestido con un saco viejo al revés y flecos en el pantalón, voy saltando con mis amigos recorriendo bares y cafés, entonando canciónes como “esta murga se formo un día que llovía a vos te rompo él...... “.

Y después de varios cantitos recogíamos las monedas que en la casa del Osvaldo nos repartíamos.

Así fue que un día en que la murga iba bailando, la vi a ella de princesa, que al corso también iba agarrada de la mano de su mamá a participar de la competencia de disfraces que con trofeos de copas se premiaban..

Desde que la vi embobado me quede, ella tan solo catorce años y yo dieciséis, con la excusa de acercarme, a la madre y a sus amigas cantando locamente, en voz baja le dije mañana te quisiera ver, a lo que me contesto en misa de once el domingo ahí estaré.

Entre escapadas y misas de por medio un domingo a ella me declare y sus ojos claros brillaron radiantes de inocencia, pureza y alegría que reflejaban aun más que el sol, los colores de ese día.

Ella era como la tibia luz de la primavera, iluminando los días; el amor se refugiaba en su sonrisa contenta de saberse novia mía.

Nuestro reino era la ilusión, la Fe y la Esperanza que en un camino de sueños, sembrábamos con flores el sentir de nuestras almas, agarrado de las manos mirábamos en el cielo el destello de las estrellas, todo era bello, todo era un cantar.

Hoy hasta el silbar del viento, me pone la piel de gallina al recordar, esos momentos donde la juventud tenía esa candidez de aquellos tiempos.

Que hermoso fue besarnos, nuestros corazones desbordaban en latidos y su alma y mi alma navegaban en carrozas de hadas por el cielo.

Pero el destino se hizo presente y a otra ciudad tuve que ir, buscando un porvenir y despidiéndola con ese fervor en mis sentimientos, le dije espérame que por ti volveré.

Y llego el día que habiéndome recibido al barrio volví, recorrí las calles donde con ella camine y cuando me acerque a su casa un cartel de venta los ojos me nublo, porque en el decía vendió, busque a mis amigos solo el Osvaldo había quedado y al abrazarlo me dijo con voz baja hace dos
años que la madre, la caso con el hijo de un amigo del padre y a Europa se la llevo.

Hoy ya sin penas, el recuerdo de ella me atropella con una vieja canción trayéndome ese momento, cuando con optimismo nos dijimos adiós.

Que cosas tiene la vida…aun recuerdo ese día, que llevándola del hombro y caminando por una arboleda del barrio Montserrat, le robe un beso de sus labios y al sentir, la sorpresiva unión de mi boca con la suya, en mis brazos se aferró y diciéndome que has hecho?, le dije sentir el sabor de nuestro amor.

Amor de aquellos tiempos, hoy te evoco en mi memoria y hago un alto en el corazón, porque en ti se quedo ese latir y el cantar alegre y desvariado, que en una murga de un barrio, saltando con piruetas, mi juventud se alejo.

Un teléfono suena trayéndome al presente y un suspiro se pierde en el aire….

Eduardo Nieto Mújica